Blizzard sigue lanzando parches para solucionar los problemas y errores que tiene todavía Diablo IV, pero hay uno que aún no ha sido resuelto y que se mantiene prácticamente desde que inició la beta abierta.
Este fallo explica los altos consumos de memoria que Diablo IV registraba y que fueron atribuidos por algunos a un elevado consumo de recursos por el uso de texturas de alta calidad. No se debía a esto, era un problema de fuga de memoria que todavía no ha sido resuelto.
Una fuga de memoria hace que el juego vaya consumiendo cada vez más memoria y que no deje libre aquella que no necesita, lo que dispara el consumo de memoria en el tiempo y puede hacer que se produzcan problemas de rendimiento e incluso cierres espontáneos de la aplicación por el "crasheo" de la misma.
Un trabajador de Blizzard ha confirmado que están al corriente de esta situación, y que están trabajando para resolver el problema con la gran actualización que liberarán el 18 de julio, dos días antes de lanzamiento de la primera temporada del juego, conocida como la Temporada de los Malignos. Este problema parece que no afectó a todo el mundo, pero se ha identificado tanto en equipos de gama baja como de gama media y gama alta. Algunos también se están quejando de un problema de fuga de memoria gráfica, pero este fallo parece tener un impacto menor.
Los problemas de fuga de memoria hacen más "daño" a los equipos que tienen configuraciones más modestas, porque la memoria se acaba saturando antes y es más probable que se produzcan los temibles crasheos. Un equipo con 8 GB de RAM lo sufrirá de forma más aguda que uno con 32 GB de RAM.
