Parece que las APUs AMD de siguiente generación con tecnología 3D V-Cache vienen con otra buena noticia: compatibilidad para ejecutar sin emulación el SO de las consolas Xbox Series X|S poniendo fin a la dicotomía consola/PC. Los requisitos, que los hay, pasan por tener memoria DDR5 en el sistema y una unidad NVMe PCIe Gen 4.0 con al menos 3 GB/s de velocidad de transferencia. La cantidad de CUs en la GPU y las frecuencias de reloj mínimas para poder beneficiarse de esta modalidad de juego "Xbox" en un PC de sobremesa o en futuros portátiles con 3D V-Caché se desconocen, pero, si pensamos en Vatios, deberían ser GPUs RDNA2 con un TDP de al menos 40W.
La instalación se podría hacer, o bien en una unidad NVMe dedicada o bien en una partición de una unidad NVMe existente. La cuestión aquí estriba en el foco que Microsoft ha puesto en la plataforma gaming más que en el propio hardware. Microsoft ya está pensando en usar servidores en la nube en vez de sus consolas Xbox para dar servicio a Xbox Game Pass Ultimate, por lo que la tecnología está lista. Sony, por el momento, no parece que vaya a mover ficha al respecto.
Este rumor, de hacerse realidad, posibilitaría una esperada convergencia entre el mundo de las consolas y el de los PCs. Los juegos tendrían que tener algún tipo de configuración "cerrada" para homogeneizar el rendimiento en consolas, PCs y cloud, pero no debería ser un problema mayor.
En la otra dirección, parece que las consolas Xbox Series X|S podrán instalar Windows 11 para hacer un boot dual en modo consola y en modo PC. Satya Nadella es bien conocido por su tendencia a unificar plataformas y hacer converger software y hardware. Parece que 2022 será un año interesante en este apartado.
