Microsoft ha explicado a fondo todo lo que podemos esperar de Xbox Series X, de hecho incluso ha confirmado que podremos utilizar los periféricos de Xbox One y Xbox One X sin ningún tipo de problema, ya que serán totalmente compatibles.
Las especificaciones Xbox Series X confirman que es más potente que PS5, de hecho la diferencia es mayor que la que había entre PS4 y Xbox One (la primera es más potente). Una diferencia de este calibre debería dejarse notar muchísimo en juegos, ya que son 2.304 shaders frente a 3.328 shaders (a favor de Xbox Series X), pero Mike Moreton, jefe de diseño de DiRT 5, ha dicho que "no marcará una gran diferencia".
Es un poco extraño. La diferencia de shaders, y de tipo de memoria unificada, marcó una diferencia importante entre Xbox One y PS5, así que debería ocurrir lo mismo con PS5 y Xbox Series X. Moreton dijo que cada consola tiene sus ventajas, e hizo alusión al SSD de PS5.
Un SSD ayuda a reducir tiempos de carga y demás, pero no saca adelante la carga gráfica de un juego. Aporta un matiz interesante lo que dijo a la hora de hablar de la optimización de los juegos, y es que Moreton comentó que esa mayor potencia podría reducir el trabajo de optimización y los ajustes asociados al rendimiento.
Es pronto para sacar conclusiones, pero suena a que van a desarrollar los juegos multiplataforma sobre la base del sistema menos potente, y que no se van a molestar en aprovechar la mayor potencia del sistema superior. Ya ocurrió esto en los juegos multiplataforma con la primera Xbox, una época en la que todos los desarrolladores creaban sus juegos pensando en PS2.
