ARM ha dado una gran sorpresa en el Computex 2019 tras presentar dos nuevas arquitecturas, la generación Cortex-A77, pensada para dar forma a procesadores de alto rendimiento, y Mali-G77, para GPUs de alto rendimiento.
Esas dos arquitecturas están llamadas a convertirse en una pieza clave dentro de los smartphones tope de gama de próxima generación, ya que serán las sustitutas de las actuales Cortex-A76 y Mali-G76, que ya han sido utilizadas en SoCs tan potentes como el Kirin 980 de Huawei, un chip que está, además, fabricado en proceso de 7 nm y que viene acompañado de dos unidades de procesamiento neural.
Con la arquitectura Cortex-A77 en ARM prometen una mejora de rendimiento notable gracias a un incremento de un 20% a nivel de IPC frente a la generación anterior. Según la firma británica han logrado, además, mejorar hasta en 35 veces el rendimiento de su arquitectura en aprendizaje profundo frente a las dos últimas generaciones.
La arquitectura Mali-G77 promete una mejora de rendimiento de hasta el 40% frente a la generación actual, una mejora del 30% a nivel de eficiencia energética y un aumento de la densidad de transistores de un 30%. En aprendizaje profundo la mejora sería del 60% (rendimiento bruto).

Por último ARM también ha confirmado mejoras a nivel de hardware dedicado para inteligencia artificial, con el añadido de una unidad de procesamiento neural que permitiría mejorar en gran medida el rendimiento y doblar la eficiencia energética.
Los primeros dispositivos equipados con SoCs que utilizan estas arquitecturas llegarán en 2020.