Internamente, el Zephyrus M GU502 integra un procesador Intel Core i7-9750H de novena generación con seis núcleos y doce hilos y un TDP de 45W. Es la propuesta habitual en los equipos gaming de gama alta y media-alta, con un rendimiento que dependerá en última instancia también del sistema de refrigeración que elija el fabricante para mantener al procesador en rangos de temperatura compatibles con el aumento dinámico de frecuencia por encima de la frecuencia base de 2,60 GHz hasta. Los 4,50 GHz que puede alcanzar en condiciones óptimas. Este procesador se acompaña con 16 GB de memoria RAM DDR4 2660, que vienen soldados en la placa. Es posible añadir otros 16 GB usando una ranura SO-DIMM libre, lo cual es recomendable hacer para habilitar el funcionamiento de la memoria en doble canal.

La refrigeración viene de la mano de un sistema de heatpipes y radiadores de cobre con aletas ultrafinas disipados con dos ventiladores en los que encontramos más aspas y más finas, que aumentan el flujo de aire un 15% respecto a soluciones estándar. Las rejillas están tanto en la parte inferior para aspirar aire frío, como en los laterales y la parte trasera para expulsar el aire caliente. Es importante mantener el portátil en superficies donde no se bloqueen las rejillas inferiores, como sucede si apoyamos el equipo en una manta, un sofá o en las piernas, por ejemplo. En los Zephyrus S al abrir la tapa se levanta “el culo” del portátil, dejando más espacio para la circulación de aire, pero en los M el diseño es más tradicional.
El almacenamiento viene a cargo de un SSD NVMe M.2, aunque podemos añadir una segunda unidad en la ranura M.2 adicional, con compatibilidad con configuraciones RAID 0 que mejoran el rendimiento del sistema de almacenamiento. Como podemos ver, estamos ante un equipo que puede ser actualizado dentro de un margen de maniobra bastante amplio. La batería, por su parte, es de 76 Whr, lo cual no está mal, aunque si usamos el equipo con batería en escenarios donde se necesite todo el rendimiento posible y desactivamos las optimizaciones de energía, dará para poco. En condiciones de uso normales y “de tranquis”, podemos estirarla hasta entre cuatro y cinco horas.

La gráfica es una RTX 2060, lo cual no está nada mal para un equipo de estas características. Es decir, para un portátil de 15,6’’ de pantalla fino y ligero de menos de 2 Kg. Estamos ante una gráfica con un TDP de entre 80W y 90W frente a los 160W del modelo de escritorio, con una velocidad de reloj un 30% menor que su equivalente de sobremesa. Es una gráfica suficiente para tener una experiencia de juego óptima en resolución FullHD. Está por debajo de la RTX 2080 o la RTX 2070, aunque no demasiado lejos de la 2070 Max-Q. Con todo, es una elección equilibrada que permite jugar con prácticamente todo con niveles de detalles alto o ultra en resolución 1080p.
La pantalla, por su parte, es FullHD a 144 Hz, con tiempo de respuesta de 3 ms y compatible con el 100% del espacio de color sRGB. La tecnología es IPS, lo cual favorece el visionado desde los laterales gracias a su buen ángulo de visión. El marco es de solo 6,2 mm., lo cual contribuye a reducir el tamaño total del equipo. Para los amantes de la autoría multimedia y la edición gráfica, decir que esta pantalla está validada por Pantone en aspectos como la precisión de los colores y la uniformidad. Es decir, si trabajamos con colores Pantone, lo que vemos en la pantalla se corresponde con lo que se vería en la realidad.

El teclado esconde tecnología de iluminación RGB a nivel de teclas individuales y es compatible con Aura Sync de ASUS. Integra tecnología N-KEY Rollover para que no tengamos que preocuparnos si pulsamos varias teclas a la vez, aunque no es un teclado mecánico, eso sí. Contamos con abundantes teclas de función y atajos de teclado también. El sonido, por su parte, es compatible con Hi-Res Audio, con DAC dedicado ESS Sabre y sonido 7.1 virtual. Los altavoces emiten hacia abajo y en los laterales, aunque la experiencia de sonido envolvente precisa de auriculares. Si no necesitamos el sonido envolvente, el que escuchamos con los altavoces integrados en la carcasa es excepcional, con bajos muy bien resueltos, sin distorsión incluso a niveles de volumen cercanos al máximo.