La llegada de las nuevas Radeon R9 290X no ha estado libre de polémica y algunas webs han encontrado inconsistencias de resultados de rendimiento dependiendo de la unidad probada. El problema reside en la forma de funcionar de estas tarjetas ya que tienen dos topes: 95ºC y un ratio concreto del ventilador.
Las Radeon R9 290X frenan el ventilador al 40% en modo silencioso y al 55% en modo Uber, las Radeon R9 290 lo hacen al 47%. Debido al alto consumo de su chip y a su reducido tamaño el sistema de refrigeración de AMD no consigue frenar las temperaturas de las tarjetas y por lo tanto se reducen las frecuencias de trabajo.
Fudzilla comenta que en teoría al 40% el ventilador de la Radeon R9 290X debería funcionar a 2.200 RPMs y que el ventilador de la R9 290 al 47% debería funcionar a 2.650 RPMs, sin embargo cada unidad funcionaba de forma demasiado distinta y eso provocaba velocidades de giro muy dispares con un rendimiento final diferente en cada unidad porque algunas tarjetas se frenaban antes que otras.
AMD ha reconocido el problema diciendo que es culpa de la forma de trabajar de su tecnología PowerTune pero que tiene fácil solución ajustándola mejor, así ha lanzado una nueva versión de sus controladores, los Catalyst 13.11 beta 9.2, que debería solucionar este problema y terminar con resultados erráticos según la unidad de tarjeta que nos caiga en las manos.